A MI HIJA CLAUDIA

Si la vida fuera justa, no te vería marchar,

te quedarías siempre en el rincón de la alegría,

saboreando la felicidad en cada minuto de tu vida,

más no puedo retener tu existencia, debo dejarte marchar,

y en tu partida, recordar cada instante porque merece la pena estar contigo.

Y seguiré mi camino esperando el reencuentro,

volviendo mi corazón a la cruda realidad de extrañarte,

intentando que mis ojos no vean lágrimas por ti,

para no empañar la felicidad que nadie me podrá quitar.

Tuve tu sonrisa, tus lágrimas y tus enfados,

después de tanto tiempo tuve los momentos perdidos,

las caricias y los besos anhelados,

quisieron que perdiera la ilusión por ver tu cara de princesa,

y no han podido quitarme el poder regalarte mi cariño.

Y en este momento que no quiero ver triste,

escribo un poco más la historia de tu vida,

y en estas pequeñas palabras que todavía no llegas a comprender,

te diré aquello que no he podido decirte,

porque no hay nada más bonito en este mundo,

que el amor que siento como padre por ti.

SIN NINGÚN AVISO

Sin ningún aviso encontré la mano,

cogí la mano y sentí la ternura,

jugué con la ternura y sentí escalofríos,

y de mis escalofríos nació el sentimiento puro.

Del sentimiento puro palabras escondidas,

de las palabras escondidas el aliento de vivir,

del aliento de vivir los pasos que me enseñen el mundo,

y del mundo, fotografías que guardar en mi memoria.

De las fotos de mi memoria los recuerdos de ti,

de tus recuerdos los sueños que anhelo encontrar,

de los sueños las imágenes de tus besos imaginarios,

y de esos besos, el deseo de amarte por completo.

Y al amarte sentir como tu cuerpo es mio,

envuelto con el mio en el deseo más profundo,

y de ese deseo que vino sin ningún aviso,

el instante que me lleve a morir entre tus brazos,

cuando llegue al final del camino.

LA TRISTEZA DE UN ADIÓS

Llegando al final del camino,

busco en mi memoria el recuerdo del ayer,

cuando todavía podía sentir en cada caricia tu presencia,

y cada palabra que me dabas la guardaba en mi corazón.

Y en este momento de incertidumbre,

me aferro a la esperanza de no sentir tu partida,

mientras el frío que rodea mi cuerpo,

me acerca al llanto más profundo que no quiero tener,

acercando a mi alma la tristeza de un adiós.

Quien sabe cuando comenzará tu viaje,

ojalá no llegara pronto porque aún quiero sentir tu sonrisa,

pero mis plegarias no sirven de nada,

porque algún día tenia que ver como te alejarías de mi.

Y la tristeza ahoga mi pensamiento,

encierra en mi corazón heridas profundas,

hiela mi cuerpo y me impide caminar despierta,

mientras mis ojos se ciegan con lágrimas de cristal.

Y en el momento de ver como te marchas,

recordaré con cariño cada segundo que estuve contigo,

visitaré en mi memoria todos los instantes que te pude decir te quiero,

y mientras mis lágrimas sigan siendo el único recuerdo de ti,

intentaré seguir viviendo buscando la felicidad que contigo se fue.

EN MI DESNUDEZ

Desnudo mi alma cada noche,

abro mi cuerpo al amor y el deseo,

busco palabras sin voz que alimenten mi existencia,

y entre luces y sombras de ventanas confusas,

me estremezco cada vez que siento tu presencia.

Y desnudo mi cuerpo a tus caricias soñadas,

imaginando la ternura con la que abrazarás mi vida,

soñando despierto con tu primer beso de amor en mi boca,

y aún no pudiendo ver tu intensa mirada,

un escalofrío recorre mi cuerpo desnudo al amor.

Y el amor me hace fuerte en mi camino,

dibuja en mi cuarto el sentimiento puro,

aleja de mí las sombras que encierra mi corazón,

y deja en mi memoria la imborrable huella de ti.

Y en mi desnudez de cada noche sin ti,

busco encontrar el instante que tu cuerpo se una al mio,

sin muros que impidan el deseo de amarnos,

o distancias malditas que nos traigan susurros,

convertidos en palabras sin voz escritas sin papel.

Y seguiré buscando en mi desnudez,

admirar tu bello cuerpo desnudo frente a mi,

para encontrarnos en cada beso con un amor prohibido,

mientras nuestras manos acarician nuestro deseo,

y en ese deseo de amarnos hasta morir,

sentir el amor más puro jamás conocido.

Y EL VIENTO ME HABLARÁ DE TI

Y el viento me habla de ti,

acaricia la desnudez de mi cuerpo,

mientras el silencio envuelve mi alma,

y espero en la oscuridad de la noche

sentir como tus manos me arrastran al deseo.

Y en mi desnudez siento un escalofrío,

mientras tu cuerpo desnudo acaricia mi cuerpo,

mi boca siente el dulce beso de tu boca,

y mis ojos se pierden en la inmensidad de tu mirada.

Y en la pasión irrefrenable por amarte,

el amor se convierte en locura,

la locura me adentra en la belleza de tu intimidad,

y el diario secreto de mis sentimientos más ocultos,

desaparecen dentro de ti mientras descubro como amarte.

Y el viento sigue su curso, avanza en la noche,

el tiempo no se detiene mientras yo sigo inmóvil,

mi cuerpo desnudo espera tus caricias,

mi mirada se pierde entre palabras sin voz y luces efímeras,

mientras sentado en la oscuridad de mi cuarto,

sigo esperando que me alejes del sueño

y cogido de tu mano me hagas caminar por la vida.

Y aunque el viento me habla de ti,

no quiero que las palabras se pierdan,

ni que los sentimientos de amor se desvanezcan,

cada día el tiempo debe detenerse en nosotros,

y cada noche nuestros cuerpos deben cruzar

la línea invisible de la pasión y el deseo.

Y en la ausente lejanía de tu voz,

descubro como amar sin ver,

sellando mis oídos a las palabras que no quiero escuchar,

dejando que la imaginación se vuelva esperanza,

y la esperanza me acerque un poco más

a una realidad tantas veces soñada,

y en esa realidad que tengo cada noche contigo,

solamente sé que mi corazón siempre te dice,

te quiero.