HOY TE VI, MI PEQUEÑO DESCONOCIDO

Hoy te vi, mi pequeño desconocido,

aún sin poder tocarte sentí el latido de tu corazón,

hoy te vi en ese minúsculo habitáculo donde no puedo entrar,

y descubrí tu pequeño cuerpo lleno de vida.

Y mis ojos quisieron empañarse de lágrimas,

para expresar la felicidad que embriaga todo lo que represento,

aunque sigo sin conocer tu rostro, no puedo tocar tu piel,

pero llevo conmigo ese instante en que fuimos uno sin hablarnos.

Y mi corazón deja el dolor del pasado para revivir,

recogiendo trozos invisibles de sueños que un día verán la luz,

sintiendo en mi cuerpo el escalofrío que mata mi soledad,

y me devuelve el beso robado de la esperanza.

Hoy te vi, mi pequeño desconocido,

pero no pude agarrar tu mano para llevarte a conocer el mundo,

y mientras recuerdo ese momento que te vi en la distancia,

vuelvo a sentir las lágrimas de cristal que rompen en pequeñas

gotas de rocío llenas de inmensa felicidad.

Y ahora que mi semilla dará el fruto de una unión de amor,

sin dejar de querer a las personas que hoy acompañan mi camino,

y en este amor repartido entre distintos corazones,

sigo recordando desde tu primer latido de vida,

hasta ese pequeño instante que sentí tu presencia

al ver los trozos de vida que componen tu pequeño cuerpo.

EL PRIMER LATIDO DE VIDA

No te he visto todavía pequeño trozo de vida,

ni he sentido tu silencio callado,

tampoco he visto el brillo eterno de tus ojos,

pero escuché tu primer latido de vida.

Y sentí tu corazón junto al mío,

escuché tus palabras dormidas dentro de mi,

retuve en mi memoria la magia de la fragilidad de tu cuerpo,

aún no habiendo visto tu pequeña cara de ángel,

escuché tu primer latido de vida.

Y volví atrás en mi recuerdo,

buscando en mi memoria aquello que nunca pude comprender,

para entender porque se forma la vida,

y poder comprender un poco mejor el camino que ahora me espera.

El primer latido de vida ya está aquí,

convertido en pequeñas partículas de sentimientos

que retengo en algún lugar de mi memoria,

para recordar siempre ese primer instante que supe de ti.

Voy a ser aquello que nunca pensé, padre,

voy a dirigir el camino de alguien a quien todavía no conozco,

seré la mano que le ayude a recorrer el mundo,

y a quien llevaré conmigo siempre en mi pequeño corazón.

Pero hoy sin conocerte ya sé de ti,

por tu primer latido de vida,

y ahora que conozco aquello que muy pronto llegaré a tener en mis brazos,

empaño mis ojos de intensas lágrimas de felicidad,

ahora que dejaré de ser un eterno desconocido,

el día que por primera vez me llame papá.

RECUERDOS

Recuerdos de antaño cuando empiezo a empaquetar mi historia,

a recoger los retales de mi pequeña vida,

impregnando de melancolía y tristeza mis ojos,

para ver como mi alma se va partiendo en pequeños

pedazos de cristal cortante.

Y busco la felicidad que hasta hace horas tenía,

pero no encuentro nada que me alegre la existencia,

recuerdos, solamente recuerdos de lo que pude haber sido,

de lo que pude haber conseguido,

recuerdos que quizás alguna vez volverán a cruzarse en mi camino.

Y pienso en mi porvenir, en el futuro más inmediato,

miro a mi alrededor en este presente incompleto,

pero nada es como al principio,

como cuando soñaba con descubrir la vida con quien ahora es mi olvido.

Porque un día se fue aquello que nunca pensé que llegaría a perder,

y ahora me pregunto ¿ donde estará ?,

¿ qué estará haciendo en el lugar de las almas vagabundas ?,

¿ todavía se acordará de aquellos imborrables sueños incompletos ?,

quien sabe si todavía estará conmigo como una sombra,

para guiar mi camino en este mundo muchas veces incomprendido.

Recuerdos, simples recuerdos tristes de antaño,

donde las lágrimas se esparcen por mis ojos pero sin ver la luz,

se apaga mi felicidad en este momento pero volverá a renacer quizás mañana,

recuerdos que empañan de tristeza mi pequeño corazón,

pero que intentarán mañana devolverme la alegría perdida.