miércoles, 17 de septiembre de 2008

EN LA INMENSIDAD



Dibujé el olvido con tu nombre,
pero volviste a mí,
intenté apagar tu recuerdo de mi corazón,
y fue imposible borrarte de mis entrañas.
Porque fue la inmensidad de tu belleza,
incomprendida, inalcanzable,
la que se atrevió a cruzar la barrera de mi cuerpo
para hacerme sentir lo que nunca había imaginado.
Tu, bella e innombrable,
que alguna vez he deseado tener en mi regazo,
ahora no consigo que te marches de mi lado,
tu rostro me abruma en la distancia,
tu cuerpo es mi deseo en la lejanía,
tus besos son mi anhelo cada día.
En la inmensidad de ese océano que es tu mirada,
se quedó clavada mi inocencia ante el amor,
y aunque intenté dibujar el olvido con tu nombre,
no puedo borrarte de mi corazón,
el amor que por ti siento es tan grande,
que aunque mi vida se acabe en este instante,
en silencio seguiré amándote.

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