viernes, 4 de septiembre de 2009

DESCUBRIENDO LA VIDA



Abrió sus pequeños ojos para ver la luz del sol,
intentó descubrir que estaba pasando a su alrededor,
reía sin saber porque, lloraba porque tenía hambre,
mientras las personas que se encontraban a su alrededor,
admiraban su pequeño cuerpo frágil como el cristal.
Nació un día cualquiera,
después de una noche de amor desenfrenado,
donde un padre cultivó una pequeña semilla dentro del vientre de una madre,
para que nueve meses después tuvieran el regalo más preciado,
una pequeña vida que alumbrara sus corazones de felicidad.
Y se forjó por el amor de dos almas enamoradas,
que un día decidieron amarse eternamente,
para recorrer juntos el largo camino de la vida cogidos de la mano,
y, en ese último suspiro en el que uno de los dos se eleve a los cielos,
recordar que los besos robados siempre fueron suyos.
Y el niño crecerá sin entender que ocurre a su alrededor,
la risa y el llanto serán su única compañía,
cada día que pase seguirá descubriendo la vida,
poco a poco aprenderá a caminar,
tocará todo aquello que le rodea sin saber si está haciendo algo mal,
mientras aquellos que le dieron la vida,
con una sonrisa de felicidad velarán porque nunca le pase nada.
Una nueva vida alumbrará el mundo,
este mundo donde nadie es lo que dice ser,
llenará un hogar de inmensa felicidad,
crecerá rodeado del cariño que nunca debe olvidar,
seguirá el camino que le lleve a lograr sus sueños,
y cuando se encuentre en la tesitura de cuidar de una pequeña vida,
recordará con cariño todo aquello que una vez le enseñaron,
para que su hijo pueda recorrer el camino con la felicidad que
a él nunca le había faltado.

0 comentarios: