martes, 10 de noviembre de 2009

EN LA INMENSIDAD 2


En la inmensidad de un corazón perdido guardo tus palabras,
en cada uno de sus latidos llevo un recuerdo tuyo,
en cada arteria de él guardo las historias imposibles,
y cada trozo de sangre que me hace sentir vivo,
lleva las letras que componen tu nombre.
En la inmensidad de mi cuerpo llevo miles de sueños de amor,
en cada músculo que lo conforman llevo un recuerdo de ti,
en cada trozo de piel guardo las heridas por tu ausencia,
y cada lágrima de sudor que recorre todo mi cuerpo,
ahoga mi pequeña soledad mientras no tenga la ternura de tus caricias.
En la inmensidad de mi cara llevo ilusiones y esperanzas,
en cada lágrima derramada de mis ojos, la tristeza por tu lejanía,
en mi boca de caramelo, la sonrisa fingida de la felicidad,
y en cada pelo que cubre mis pensamientos,
van las sombras del hombre que antaño fui.
En la inmensidad de mi mano llevo el dolor de no poder acariciarte,
en cada línea que la componen, guardo un recuerdo del pasado que ahora es olvido,
en cada dedo que me ayuda a escribir mis historias,
se esconden las letras que me ayudan a contar nuestro pequeño cuento de amor,
aunque ahora tu ausencia me susurre trozos amargos de tristeza,
mis manos esconden en pequeños rincones ocultos,
el deseo de recorrer tu figura para describir la realidad de un eterno amor.
Porque en la inmensidad de todo mi ser,
en todo aquello que represento en este largo paseo de la vida,
moriré amándote hasta desfallecer,
para elevarme después a la inmensidad de ese cielo azul,
llevándome conmigo tu último beso de amor.

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