sábado, 8 de mayo de 2010

DEL AMOR, EL FRUTO DE LA VIDA


En la inmensidad de un océano desconocido,
allí donde no puedo sentir como el agua recorre mi piel,
en ese lugar donde la vida se hace invisible ante mis ojos,
allí está escondido el fruto de la vida que ha nacido del amor.

Y aunque quiero escuchar su pequeño latido de vida,
o poder velar los sueños que nunca llegará a entender,
esbozo pequeñas lágrimas de felicidad,
pensando en ese preciso momento en el que
por primera vez veré como tus ojos iluminan el día.

Tu, mi pequeño cuerpo frágil como el cristal,
la fragancia que impregne de suave aroma el lugar en el que llegues a encontrarte,
aunque ahora solamente eres pensamiento en mis sueños nocturnales,
porque no consigo verte pero siento tu presencia en mi camino,
tu, mi pequeño fruto de la vida que ha surgido del amor.

Y en tu nombre, Claudia, un trozo de cada una de tus hermanas,
esas personas que aún no siendo mías,
están incrustadas en lo más profundo de mi corazón,
intentando guiar su camino por el sendero de la felicidad,
aún no siendo ese padre que un día plantó la semilla
que hoy conforman sus cuerpos caminantes por la vida.

Y el sentimiento que se desprende de mí,
lo compartiré entre todas las personas que hoy conforman mi mundo,
aunque tu, mi pequeña semilla convertida en vida,
lleves contigo siempre el lazo de unión que nos une en sangre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dani es precioso el poema dedicado a tu hija. Enhorabuena futuro papa.
Besitossss

LCRodman dijo...

Pues, si que eres bueno. Deberias hacerle un al equipo... aunque la inspiracion te sera muy dificil jaja.

Un abrazo

Luis Nº14