sábado, 27 de septiembre de 2008

CARTA A UNA MADRE



Querida madre:

Hace mucho tiempo que no te digo Te quiero, muchos días que cuando despierto no te encuentro por ningún rincón de la casa, me falta tu sonrisa cada vez que me preparabas mi pequeño desayuno para ir a trabajar, me faltan tus pequeños reproches cuando cometía errores, me faltan esos abrazos que me daban la paz que necesitaba para no hundirme en mi ajetreada vida y seguir luchando por buscar mi futuro.

Me he sentado hoy a escribirte desde la humildad de mi corazón, para contarte mi pequeño sufrimiento, te hecho tanto en falta que me siento solo en este rincón alejado del mundo en el que me encuentro, siendo un pequeño desconocido en este lugar al que vine a recorrer un largo camino de mi vida, me falta algo cada vez que despierto solo en mi pequeño cuarto oscuro y vacío.

Las lágrimas que tu no ves, pero que muchas veces salen de mis ojos, son lágrimas de tristeza por tu ausencia, cada vez que hablo contigo en la distancia me derrumbo por dentro, mucho daño sufrió mi corazón pero más está sufriendo por esta lejanía maldita que nos separa, muchas veces no te he dicho que te quiero, pero no sabes hasta que punto tengo que estar agradecido a quien te puso en mi camino.

Querida madre, querida compañera de viaje que primero fuiste mi guía y ahora sólo puedo llevarte en lo más profundo de mi corazón, te extraño tanto que mi vida no tiene sentido sin ti, desearía volver a tenerte cerca para recibir de ti ese cariño que me falta y darte pequeños instantes inolvidables que te hagan llevarte un buen recuerdo de mí.

Me siento aquí a escribir a una madre, aquella a la que nunca sabemos agradecerle el amor recibido o simplemente lo que hizo por nosotros, pero a la que debemos ante todo la vida, quisiera romper todas las barreras que nos separan y volvernos a encontrar, pero hoy mi camino está lejos de ti y de la gente que más me importa, aquella que siempre llevo conmigo aún teniéndolos lejos.

Hoy sólo tengo palabras de agradecimiento, me falta algo más que tu mano o tus palabras, me falta todo aquello que representas, muchas veces no he sabido expresar cuanto me importas o lo que siento por ti, pero hoy, desde mis pequeñas palabras escritas en papel imaginario, desde las entrañas de mi pequeño corazón, sólo puedo decir que Te quiero, y que algún día, aún cuando nunca más pueda verte, conmigo te llevaré siempre, porque el amor que se siente por una madre nunca se olvida aunque tu corazón se lo haya llevado alguien.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA CORAZÓN,ES VERDAD QUE COMO UNA MADRE NO HAY NADA ,ES INCOMPARABLE...SOLO DESEO QUE PRONTO MUY PRONTO,PUEDAS REENCONTRARTE CON TU MADRE Y TU FAMILIA...QUE SEPAS QUE ESTOY CONTIGO...MUAKKKKK TU RUBIA