domingo, 28 de septiembre de 2008

PEQUEÑOS RETALES DE VIDA



Pequeños retales de vida vagando por el mundo,
sin rumbo fijo, buscando el lugar donde reposar el alma,
aquella que muchas veces se vuelve llanto amargo,
lágrimas de cristal que cortan las venas
y te llevan a dormir en profundo sueño del que no despertar.
Pequeños instantes guardados en la memoria del rencor,
pequeños segundos de vida recordando tristezas y alegrías,
se ahoga el corazón con aquellas palabras inexistentes,
y los silencios se vuelven oscuros reflejos
de una vida llena de amargura y desesperación.
Fui feliz en algún momento de mi vida,
ahora lo puedo seguir siendo,
pero aún tengo en la retina de mi memoria
esos pequeños retales de vida que nunca debieron existir,
aunque no todo es una vida rota y ensangrentada
de tristes puñales de recuerdos que ahogan mi vida.
La felicidad que siempre me acompaña,
es simplemente el espejo alegre
de una cara que aún sufriendo el dolor más intenso,
nunca dejará de sonreía a este mundo incomprendido
donde nadie es lo que dice ser.
Pequeños retales de vida vagando por el mundo,
que hoy tienen lugar de residencia,
el corazón se recompone poco a poco de sus heridas mortales,
las lágrimas vertidas en cada día solitario de mi vida,
se convierten en llantos de felicidad por
haber comprendido cual era el significado de la palabra amar,
hoy sé a quien debo entregar mi vida,
porque hoy la única persona que nunca debe verme llorar,
eres tu, madre.

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