viernes, 11 de septiembre de 2009

PARA TI, LUZ DE MIS OJOS


Hoy escribo para ti, luz de mis ojos,
pequeña niña de pelo brillante,
que una vez me hiciste tu primera sonrisa,
escribo para ti, niña perdida,
perdida en un rincón alejado de mi alma,
donde guardo tu recuerdo para llevarlo conmigo en cada paso que doy.
Y las palabras salen de su letargo para hablar,
y cuentan la historia de amor que siempre nos va a unir,
cada letra habla de todo aquello que nunca dejaremos de ser,
porque somos dos almas gemelas con caminos distintos,
pero aún así, nuestro amor no se pierde en el olvido.
Y sigo contando nuestra historia en la distancia,
como aquella primera vez que te tuve entre mis brazos,
o aquellas primeras palabras que me pudiste dar,
aún recuerdo esa primera vez que abriste los ojos,
o aquel instante en el que empezaste a caminar.
Para ti, luz de mis ojos, teorema de la vida,
principio y final de amor eterno,
para ti que te llevo en lo más profundo de mi corazón,
convirtiendo tu recuerdo en amor sagrado,
describiendo cada día con una pequeña lágrima,
lágrima que me recuerda la distancia que nos separa.
Y nunca habrá amor más grande que el que siento por ti,
ni tan siquiera cuando mi corazón esté completo de felicidad,
o cuando mis palabras griten el amor que llevo dentro,
aún cuando la pasión desenfrenada se apodere de mi cuerpo,
tu serás siempre mi guía en el camino de la vida.
Querida niña, de brillante luz despierta,
de corazón humilde frágil como el cristal,
querido pensamiento que siempre llevo conmigo,
un día viniste al mundo para traer algo más de felicidad,
no hace ni un año, nos tuvimos que separar,
no importa tu edad, ni tampoco como vives,
sólo importa que aún encontrando el verdadero amor,
tu serás siempre la luz de mis ojos.

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